Oceanhorn, un Zelda para PC

Todos conocemos Zelda y muchos queremos poder jugarlo en otras plataformas si no tenemos una de Nintendo. Para suplir esta carencia, muchos juegos parecidos han ido saliendo, pero ninguno da la talla realmente. Hoy os hablaré de un clon de Zelda que ha conseguido bastante. 


Este juego es básicamente una flagrante copia de Zelda: Wind Waker para Game Cube. Su desarrollo implica ir visitando islas, montarse en un barquito y conseguir objetos para ir avanzando como las bombas, el arco y alguna cosa más.

Un juego para móvil

Este juego apareció en iOS y luego fue adaptado para PC, permitiendo un control más cómodo, pero sin nada más. Eso en el juego se nota, tanto en duración, unas 8h si te centras en la historia, como en la simplicidad de la idea. La cantidad de herramientas que puedes utilizar es bastante limitada y vienen a ser las básicas de todo Zelda. La comparación es inevitable. También hay que conseguir emblemas para crearte tu "triforce" redondo, conseguir la espada buena y todo eso. Tu personaje ni siquiera habla.

Tu misión es limpiar la mierda que otros tiran al mar. Estos domingueros...

Las mecánicas

Son exactamente iguales. Puedes cargar el ataque de la espada para hacer un golpe giratorio, coger objetos y lanzarlos, poner o lanzar bombas para romper paredes, usar el arco para activar resortes, saltar de un saliente a otro con unas botas "especiales", rodar por el suelo para esquivar, cubrirte con el escudo y, como añadido, puedes lanzar hechizos. 

Hay 5 en total que son bastante simples, consumen mucho maná y hacen poco daño, pero bueno. Uno hace caer un objeto sobre un punto y se usa principalmente para activar botones a distancia, el de fuego hace un poco de daño, pero no gran cosa. El de hielo congela al enemigo para que le puedas atacar tranquilo. Los otros son para curarte y para crear un agujero negro que hace daño.

¡Pero qué tenemos aquí! ¡Si es un bebé! ¡Métete en mi barriga!

Una historia diferente

En esta ocasión no hay que lidiar con princesas desagradecidas que luego no te dan ni una noche de placer. Sí, señores, Link es el mayor pagafantas de la historia, pero eso no viene al caso. La historia de Oceanhorn nos pone en la piel de un chico que se ve obligado a convertirse en aventurero como su padre desaparecido. En este mundo hay magia y tecnología. Arquímedes, además de sumergir objetos en agua y dejarnos un bonito principio sobre sus volúmenes,  aquí mezcla esa magia con la tecnología creando unas máquinas llamadas "fortalezas vivientes" en teoría para defender a la humanidad de los chicos malos. El problema es que uno de esos malotes se hace con el control de una fortaleza y amenaza el mundo. Esa fortaleza es la que da nombre al juego.

Aquí está el protagonista intentando darse de baja de Telefónica.

Conclusiones

Con este planteamiento, que no está mal, tendrás que hablar con los pocos NPCs para que te den alguna indicación, jugar con las mecánicas de un Zelda 3D, obtener algún objeto y enfrentarte a unos cuantos jefes. Su dificultad está bien ajustada. No es tan fácil como para pasárselo sin morir, ni tan difícil que resulte frustrante. Realmente para un juego de móvil está muy logrado y creo que tiene un precio muy interesante para lo que ofrece. ¡Hasta tiene composiciones de Nobuo Uematsu y Kenji Ito! El problema es que para PC resulta tal vez demasiado simplón. Si Zelda es un 10, Oceanhorn sería un 7.

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