Que gracia me hacen esos neofags cuando intentan desprestigiar todo lo "old school" con su frase favorita "eso es por la nostalgia", tranquilos pimpollos, ya os saldrán canitas, y más pronto de lo que pensais..joder, a mi me empezaron a salir con 18, a cambio de conservar mi pelambrera, bendita genética...o eso por lo menos me gustaría pensar, porque viendo las mierdas genéricas que hacen ahora, como esos animes que ni recuerdas cuando acaban su temporada, no se como calaran de hondo en las jóvenes mentes de ahora, bueno, ya se verá.
Bueno chicos y waifus, aquí me tienen digiriendo todavía la llegada de la snes mini, o eso, o la burger del mc...joder, debo de dejar de comer estas mierdas, cada vez me saben más a cartón. Esta consola es toda una oda a la nostalgia, y más en éste país, porque si bien sí llegaron las consolas de 8 bits por estos lares, en esa época dominaban con puño de hierro los microordenadores de 8 bits, o sea, spectrum 128, amstrad cpc 464, msx y commodore 64, y con tan buenos argumentos como que el juego más caro te costaba unas 1200 pelas (7,21 euros) pero te podías hacer con la colección erbe serie leyenda al módico precio de 400 pelas de las de antes (2,4 euros) por lo que tenía todo un cajón con cintas de cassette originales, aunque en esa época quien tenía un amigo con un radiocassette con doble pletina grabadora, tenía un tesoro, dios, como rulaban por aquel entonces las cintas tdk de 90 minutos cargadas de decenas de juegos. Las consolas tenían los precios de los cartuchos mucho más elevados por temas de hardware, unas 6000 pelas hasta 10000 (36-60 euros), pero con la llegada de los 16 bits empezaron a hacerse populares, más que nada porque los míticos ordenadores como el commodore amiga, el atari st o los incipientes pcs estaban reservados a unos pocos privilegiados porque costaban un riñón. ¿la solución para jugar en aquel entonces? los videoclubs...madre mía, no faltaba un fin de semana en que alquilaba uno o dos videojuegos, igualito que ahora en que los lanzamientos triple a anuales se cuentan con los dedos de dos manos y encima salen todos de golpe.
El caso es que primero con megadrive y su mítico sony, y después con la llegada de la supernintendo un par de años después publicitada como "el cerebro de la bestia", se vivieron una de las épocas más míticas y añoradas por los usuarios que les tocó vivirla, la mítica guerra de consolas entre sega y nintendo que hasta hoy en día perduran sus cantares de gesta. Si bien en europa ganó megadrive en ventas, más que nada por tener casi dos años de ventaja en el mercado, a nivel global la gran ganadora fue la supernintendo, trayendo uno de los catálogos más cargados de grandes títulos en toda la historia del videojuego, algunos de ellos incluidos en esta nueva revisión, pero no estoy aquí para hablar de ésto.
Voy a hablar de la nostalgia, más concretamente de lo que a mí más me produce nostalgia, y espero que ustedes hagan lo propio, si es que en verdad tienen esos sentimientos, en la sección de comentarios. La nostalgia es ese anhelo, esa melancolía que te produce el ver algo del pasado, como cuando pasas por tu antiguo colegio o la casa de tu niñez, y por supuesto, hay cosas relacionadas con nuestro querido mundillo audiovisual que te marcaron que realmente te hacen sentir ese sentimiento, así que pondré como ejemplos el videojuego, el anime, la película, la canción y el libro que más nostalgia me dan.
El videojuego más nostálgico: Si bién estoy en ésto de los videojuegos prácticamente desde sus inicios, recuerdo que había por casa una colecovision con el pong que consiguió gente de mi familia de la base militar americana de rota (un pueblo a 20 minutos de donde vivo) cuando apenas levantaba un metro del suelo, o veía esos extraños aparatos llenos de botones de goma como el spectrum 48, o más tarde el cpc 464 y el msx que heredé de mis hermanos mayores con juegos que ya nombre en el artículo que hice sobre los videojuegos que me marcaron mi vida, pero sorpresivamente, ni la época de 8 bits ni la de 16 son las que me dan más nostalgia, si, es cierto que jugué tremendos juegos en sus respectivas épocas, pero sin duda para mi la gran era dorada llegó con la generación de los 32 bits, que trajo consigo la consolidación del 3d y el salto generacional más bestia que se recuerde. Para mi la psx y sus míticos jrpg sigue siendo mi consola favorita de todos los tiempos, también la mítica n64 que me dejó alucinado en aquel entonces cuando la probé con star fox y su mando tridente con su joystick analógico y con su pack de vibración, para acabar con una tardía dreamcast (o mejor dicho, adelantada ya que pertenece a la generación ps2/gamecube/xbox) me ofrecieron los que yo considero los mejores juegos que he jugado nunca, pasando a ser simples muñequitos que daban brincos con un scroll lateral a juegos con un elaborado y épico argumento tan propio de la época más creativa de japón, y si, ya se que en super nintendo ya había jrpgs como final fantasy VI o chrono trigger que no tenía nada que envidiarles, pero yo tuve megadrive, y aunque había jrpg también como el shining force 2 o el soleil, ese clon descarado de zelda, cuando jugué a final fantasy VII si que sentí un antes y un después, y por eso lo elijo a él como el juego que más nostalgia me da, y el que más jugué de toda la saga, aunque a día de hoy me resulte mejor el 9, el 7 por ser el primero me marcó más. Me resulta especialmente lastimoso que tanto playstation como final fantasy pasaron de ser el summum para mi en su día...a lo que son ahora, ni la sombra de lo que fueron.
El anime que más nostalgia me dá, y mira que habré visto cientos, lo tengo bien elegido. Si, llevo viendo animes desde antes de que el término se acuñara, es más, solían mezclarse con otras producciones de otros países, y nacionales...señor, la animación española de aquel entonces era mítica, con esa brb internacional que eran colaboraciones entre españa y japón, como d'artacan o willy fog, o sherlock holmes aunque esa era una colaboración entre la rai italiana y japón con el mítico miyazaki por ahí en los créditos finales... incluso recordaba a mis hermanos mayores hablarme de mazinger z o comando g (gatchaman) aunque no llegué a verlos in situ en su día... luego llegó akira a los cines, dragon ball gracias a las cadenas autonómicas y la gran explosión del anime con las televisiones privadas con series como ranma 1/2, sailor moon, city hunter, rurouni kenshin, nadia y el misterio de la piedra azul....pero hay una que supera incluso a producciones en la cumbre como pueden ser evangelion o la visión de escaflowne, y como no podría ser de otra manera es card captor sakura.
Si, es raro que me interesara por un anime orientado claramente al público shojo como son las magical girls, pero bueno, ahí tienen a las puñeteras clamp difuminando los géneros con su particular estilo, sinceramente esa serie me enamoró, por lo adorable de su protagonista, por lo divertido de sus episodios que se componían de historias sueltas conectadas por una trama más elaborada que tomaba fuerza en los últimos episodios de cada una de las tres temporadas, y sobre todo, su romance, es para mi el primero que me caló en una serie anime, verán, si había historias de romance desde candy candy, esa serie que le encantaba a mi hermana pero que yo aborrecía porque sustituyó en parrilla a mi querida sherlock hound, pero los amores que había visto antes en series anime de la época o eran demasiado pastelosos, o simplemente eran bastante idiotas como ranma y akane por ejemplo y sus mierdas de tsundereos baratos que mantuvieron el status quo hasta el final. Para colmo vi la segunda película de card captor sakura que trajo la conclusión de la serie y el desenlace amoroso de los protagonistas en una proyección de cine en el segundo salón manga de jerez rodeado de cientos de personas que vitorearon, se pusieron de pie y gritaron eufóricos cuando oímos aquella mítica y final declaración...sin duda el momento que más me marcó del anime de toda mi vida, insuperable.
En cuanto la película que más nostalgia me produce, y no me andaré mucho por las ramas porque ésto se está alargando demasiado, es sin duda cazafantasmas. Rezuma los 80 por todos sus poros en una época en que cada película que sacaban era francamente memorable, star wars, indiana jones, regreso al futuro...pero cazafantasmas es que la veo tan fresca como el primer día... y mejor no me pidan mi opinión sobre la última versión que las feminazis me van a perseguir con antorchas... egon era un nerd...no un subnormal como su homóloga actual...
Vamos con la música...hablamos poco de música por aquí, una pena, bueno, aquí podría haber estado difícil, porque señor, esos 80 y 90 musicalmente fueron tan grandes... u2, dire straits, queen, david bowie...pero no estamos aquí por la calidad musical sino por la nostalgia que genera, y sin duda hay una canción que se lleva la palma en eso, y es el take on me de aha, rivalizando con los bee gees, sin duda por escucharlos tantas veces en las radios de mis hermanos mayores. Todo un himno de los 80, y desde luego subo el volumen de la radio a tope en en coche cuando la ponen en esas cadenas enfocadas a música de esa época.
Y para finalizar, el libro, por desgracia no soy tan leído como me hubiera gustado, digamos que yo era más de cómics como mortadelo y filemón o superlópez, y los únicos libros que he leído en mi vida salvo excepciones como la saga harry potter o la dragonlance, eran los impuestos por el colegio para hacer la típica redacción del trimestre. Aunque hay un libro que sin duda me produce mucha nostalgia porque realmente en su día conectó bastante conmigo, y no es otro que la historia interminable... vetusta morla, je, si algún día se preguntan de donde sacaron ese nombre esa hipsterada de grupo lean este libro y sabrán la respuesta. Además creo que fué la primera vez que me di cuenta de lo mal que adaptan los libros a las películas...su protagonista era gordito y moreno, y me ponen en la peli un niño rubito muy mono que le hacen bullying...por exigencia del guión.
Que cosas, hasta me ha hecho darme el típico pellizco en el pecho, ah, que buenos tiempos, no se si mejores o peores, pero desde luego bonitos, un rato.
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