
Hace muchos años, podíamos disfrutar de GTA, un juego bastante gamberro, donde hacer el loco era la base. La vista era cenital, con escenarios 3D y objetos 2D. El control era algo tosco, pero como estábamos acostumbrados en la época, era cuestión de un ratito pillarle el truco y poder correr haciendo eslalon entre los coches. La temática del mierdecilla...