viernes, 10 de julio de 2015

Análisis: el mejor Dragon Quest de la historia

Me refiero al Dragon Quest VIII de la PS2, o eso os diría si no lo hubiera rejugado y me quedase con mi recuerdo de la infancia. Cuando lo jugué en su momento para mí era la pera limonera, entre esos gráficos 3D bastante bonitos, el mundo cuasi abierto, los personajes... Pero no ha envejecido nada bien.


La historia gratuitamente dramática

Esta saga no suele tener tramas excesivamente elaboradas, pero esta quizás se lleve la palma. Nos presenta a un malo maloso un tanto fugaz que necesita matar a los siete herederos de los siete sabios que antaño sellaron con candado su cuerpo. Ves venir todo a kilómetros de distancia (salvando quizás un pequeño giro de guión) y es que para que todo siga su curso y puedas enfrentarte al verdadero jefe final... lógicamente todos ellos han de morir (cacho spoiler que os acabo de hacer aquí ehhh).

Por si fuera poco y debido a la naturaleza del asunto se presentan múltiples escenas decadentes y dramáticas de las que acabas un poco cansado. Algo mejor es la historia de los personajes, más que por su historia por su carisma, al menos Yangus. Las razones de cada uno a unirse a tu equipo son simples, aunque les acabas cogiendo cariño, más o menos.
"Tasketeee.."
Tus razones... bueno, eres un simple soldado de un rey que cayó ante la maldición del malo maloso, convertido en una especie de sapo-humano y su hija en una llana yegua (alguien tenía que tirar del carromato... y tenía que ser ella). Así pues les sigues en la aventura de intentar terminar con su maldición. Realmente eres mucho más que un soldado, pero eso no lo sabrás hasta... terminar la historia. Y de todas formas te va a dar igual, porque tu personaje es la cosa más simplona del mundo. Tú vas contento sirviendo a ese sapo que en ningún momento se preocupa del destino de los súbditos de su castillo, que cayeron bajo una maldición mucho peor que la suya.

Al final la historia principal se puede superar en unas 60 horas más o menos, pero entre otras cosillas y las misiones extra que aparecen después de terminarlo pueden llegar a cien o más, depende de cómo de serio te tomes ese último desafío.

La jugabilidad


Ya sabéis cómo va esto, un campo grande y vacío para explorar y miles de monstruos que salen de la nada a cada segundo. Tanto que al final se acaba volviendo un poco cansino, pero bueno todo es cuestión del desafío que suponga para ti. En general no es necesario grindear, pasar tiempo de sobra subiendo niveles en el juego, como digo ya de camino vas a enfrentarte contra hordas de bichos. Así que normalmente irás con un nivel adecuado hacia cada boss. Eso salvando un "extra" una vez te terminas el juego, que da dolor de cabeza.

Suele seguir la mecánica de paseito-mazmorra-paseito con más o menos fluidez, aunque tiene unos cuantos puntos que rompen con ella y se van añadiendo alicientes a dejar de lado de vez en cuando la historia. Si bien no hay misiones secundarias en sí, cuentas con el aliciente del pote de alquimia y la arena de los monstruos. También tiraremos tiempo explorando los alrededores en busca de tesoros perdidos por el continente.

El pote de alquimia sabréis en qué consiste si ya habéis jugado al Dragon Quest IX, metes cosillas y sale otra nueva, no siempre mejor. El tema es que en esta entrega no se hacen instantaneamente, tienes que caminar como si de huevos pokémon se tratase. Entre eso y la búsqueda de ciertos materiales acabas malgastando bastante tiempo.


La arena de monstruos es un lugar creo que único de la saga. Es simple, hay ciertos bichejos que los podrás ver en medio del campo, si te acercas a ellos y les derrotas en combate, llegado a cierto punto del juego, podrás pedirles que se unan a tu equipo. Los equipos pueden ser de un máximo de tres monstruos y en la arena se enfrentarán contra otros tres equipos de forma seguida. Si vencen te darán un bonito premio, lo malo es que el combate es automático, van ellos solos. Sin embargo, eso no es todo, y es que si ganas cierto rango en la arena podrás llamar a tu equipo de monstruos a los combates reales, lo que facilita mucho cuando te enfrentas a jefazos.

En cuanto al rol de los personajes, como es habitual cada uno tiene más o menos uno ya especificado por su propio carácter, sin embargo esta entrega cuenta con un sistema de habilidades. Al subir de nivel cada personaje gana puntos de destreza, que se pueden gastar en armas que tenga disponible, como espadas o lanzas, y en una propia y específica del personaje, como valor o atractivo en el caso de Jessica. Así ofrece una mayor personalización que la mayoría de juegos, pues al subir el nivel en x arma, al tener una de su clase equipada dispondrás de distintas habilidades propias.


Los gráficos


Siguen el diseño tan bonito de Akira Toriyama llevado al cell-shadin, se hace hasta agradable pasear por sus paisajes aunque te asalten sin cesar. Lo peor es el diseño repetido de los enemigos, pero con otro color, como en el resto de entregas.


La música

Sin duda lo peor y con diferencia del juego. No es que las melodías sean malas, es que no hay apenas variedad, por lo que acabas hasta las narices de la misma musiquita después de escucharla durante 50 horas. Ya podéis quitarle el volumen y poner heavy metal o lo que queráis, que seguro que os ambienta igual de bien para el uso que le dan.


El machismo


Los años, y otras cosas, se notan en este videojuego lanzado ya hace una década. Junto con la historia esta es la parte que más me ha costado tragar en un juego donde ves mujeres con trajes de conejita a cada esquina. De hecho así van todas las camareras, supongo que sería la fantasía ideal de quienes diseñaron esto.

Por regla general te es imposible cambiar el aspecto exterior de los personajes, salvando a Jessica, la única chica del grupo, que variará pues, como veis arriba. Mientras compras una armadura metalíquida para el resto, lo mejor que le puedes dar a ella es un vestidito tipo Madoka o un corpiño descarado.

Por si no era suficiente, cada vez que ataca se le mueven las bolingas y te dan unos segundos extra con su plano general para que las mires bien antes del ataque. Aparte siempre es la primera en morir, a la que atacan todos y a la que menos efecto le suelen hacer ciertos hechizos protectores. No faltan tampoco los comentarios machistas y pervertidos, aparte de escenas donde sí o sí tienen que mostrar que tal tipo es el centro de unas conejitas que solo viven por él.

Lo mismo sucede con el protagonista, vive una historia de amor forzada, sale como de la espuma de las olas de tu barco y aterriza en ti de forma repentina y continua. Cansina, que más para aportar ese toque de "uy, qué bonito" es para tratar de darte la sensación de que tienes a una chica pendiente de ti. Ah, y el único personaje femenino aparte de Jessica que tiene un mínimo de importancia durante toda la historia, pues se identifica más bien con alguien un poco cabroncete o como se le diría de normal, una zorra, que cumple los mismos estándares de armadura.


Consejos sencillos

A pesar de todo, sigue siendo un juego bastante divertido y con muchas horas para darle caña. Si te gusta Dragon Quest probablemente este no sea una excepción, así que si vas a jugarlo lo mejor será prestar atención a unos puntos muy simples:

-No vendas nada a no ser que no puedas usarlo en el pote de alquimia. Si no se te permite combinarlo con nada el objeto aparecerá como gris en ese menú. Nunca sabes lo que vas a necesitar hacer para mejorar tus objetos.
Aparte, aunque aprendes algunas recetas en el propio juego leyendo libros, lo mejor es mirar una lista como esta. Esta otra es menos compleja pero ofrece más información y va bien para los inicios.

-Ten cuidado con los puntos de destreza, su gasto es irreversible. Con el héroe lo mejor es subirle espadas, ya que son estas las armas más poderosas disponibles para él, además de puntos de valor que te ayudarán a aprender la omnicuración.
Con Yangus tengo sentimientos encontrados, pues aunque el arma más potente sea una guadaña, las habilidades más interesantes son las del hacha.
Con Jessica, sin duda alguna hay que subirle bastones hasta el 100, pero mientras no puedas equiparte con uno también funciona bien con los látigos; los puñales y el atractivo acaban siendo inútiles.
Con Angelo depende de lo que quieras hacer con él. Yo diría que lo mejor es subirle arcos en cuanto puedas equiparte con uno, pues tiene habilidades especialmente buenas para él y el mejor arco a equipar es potente y relativamente fácil de hacer.

-Rompe cada barril y jarrón que encuentres, busca en cada saquito y encuentra cada tesoro. Por el camino irás encontrando minimedallas, objetos intercambiables por equipamiento muchas veces único en el juego y vas a necesitar todas las que puedas encontrar. Para conseguirlo ayuda tener un mapa de los cofres de tesoro. Cuando encuentres uno que no puedas abrir anótalo en algún sitio, podrás volver más tarde. Haz lo mismo con todos los cofres y puertas cerradas que puedas encontrar, llegado cierto punto serás capaz de abrir cualquier cosa.

Sé que la imagen se ve cortada, simplemente pincha en ella y si hace falta dale a ver imagen para hacer zoom.

-Intenta avanzar en la medida de lo posible en la Arena de los Monstruos, el extra de poder usarlos fuera de la arena no tarda mucho en llegar y es tremendamente útil. Algunos bichejos solo aparecerán en el campo una vez hayas superado rangos dentro de la Arena (de la F a la A) así que no busques sin sentido. Aquí os dejo un mapa de los monstruos que podréis encontrar, según su color sabréis si los podéis ver o no por el rango que hayáis superado en la arena. Solo hay uno que no aparece ahí, para conseguirlo tendréis que pasar una prueba después de vencer al boss final en el juego, si finalmenete lo conseguís lo encontraréis en el lago al sur del castillo Trodain.


Eso es todo más o menos, si queréis saber algo más solo tenéis que preguntar, tengo más consejos que dar pero van más relacionados con el final del juego.