Fijense si estaré enganchado a esta serie, que ni he visto ningún anime de esta temporada, bueno, excepto ese del orfanato/granja de niños para consumo alienígena que todo dios espera, y bueno, muy pronto para juzgarla con solo un capítulo... señor, el año pasado por las mismas fechas hicieron una temporada de anime en que no había una serie mala, tampoco ninguna se convirtió en un referente, pero la verdad el nivel estaba bastante bien, pero ésta... todo son grupitos de waifus y adolescentes de secundaria con hormonas revueltas...ok, ya se que la mayoría del anime es así, pero es que por mucho que veo las sinopsis e intento ver una de estas series no paso ni de la intro... no se, será que para variar me apetecia ver algo mas...¿adulto?, aunque no se preocupen, si alguno de esos dibujos chinos no me produce hemorragias cerebrales severas, ya las mencionaré en futuras entradas.
Y es curioso que en una serie de animación en donde humanos y animales antropomórficos con aspecto bastante ridículo sea precisamente la que me está ofreciendo dicho entretenimiento. Seguramente algunos la conocerán, lleva 5 temporadas y está en proceso la sexta, pero por si no la conocen, se trata sobre la vida y milagros de un hombre caballo (tal cual) que en los noventa se hizo famoso en una de esas típicas series familiares que por aquel entonces estaban tan de moda como el principe de bel-air (fresh prince) o la del stev urkel de la narices que me tocaba casi tanto los huevos como el putisimo shin chan.
Siendo un actor encasillado y viviendo de la renta, su vida es un puto desastre no solo por la coyuntura de la típica vida de famosos, sino de traumas que iba arrastrando desde su niñez, todo un antiheroe que aún con todos sus defectos como el egoismo, vicios, adicciones y teniendo el universo en contra resulta realmente atractivo, justo como el papel que sus creadores querían plasmar dando totalmente en el clavo. La serie si bien en su primera temporada es algo convencional, va in crescendo en interés a la par de que empiezas a conocer a los personajes y les vas cogiendo cariño, y creanme que lo consiguen aún siendo tan ridículos como una gata de color rosa o un perro labrador ligerito de cascos.
Pero lo que más me gusta de la serie es que el universo se mantiene cuando llega el siguiente episodio, alejándose de otras como los simpsons que ya puede pasar cualquier locura que al siguiente se regresa al status quo como si se reseteara todo. Aquí se vanaglorian de esa continuidad con los detalles... por poner un ejemplo, en un episodio llenan el despacho de mr peanutbutter con una piscina de bolas, y al siguiente la han desmantelado, pero pueden verse algunas pelotas suetas por el suelo. También me ha gustado mucho el humor que ocurre en segundo plano, no se si conocerán los comics de ibañez como mortadelo y filemón, en donde fuera del plano de los protagonistas incluía pequeños gags, pues aquí pasa algo parecido, y mientras los personajes hablan, verán de fondo unos extras haciendo algun gag algo tonto pero que te saca alguna sonrisa, siempre relacionada con las peculiaridades de los animales antropomórficos, por ejemplo un pez martillo clavando un clavo con la cabeza y cosas así. Aunque no teman si ésto les sabe a poco, hay episodios sublimes que me han hecho reir media hora seguida, como ese del caballito de mar.
Aunque también hay cabida para el drama en algunos episodios, llevados con una maestria increible, y sobre todo, una gran interacción entre los personajes, veremos parejas que se unen y se separan, mamonerío del bueno. Una perfecta parodia para los habitantes de hollywood, digo hollywoo...(ya me entenderán cuando la vean), pero también una parodia de la vida misma y las relaciones humanas...o relaciones pinchefurro/humanas.
Tremendamente recomendada, y con una moraleja implícita de fondo, por mucha fama y riqueza si se está vacío por dentro ninguna cosa material lo llenará, una realidad que ha golpeado a multitud de famosos a lo largo de la historia.
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