viernes, 10 de abril de 2015

"Ande" vas, nintendo: Reflexión sobre el nuevo rumbo de la compañía - Kabuki


Redactado por Kabuki

Antes de empezar...

Seguro que cualquiera de ustedes sabe más de Nintendo que yo, porque no ha sido hasta en esta generación con 3DS cuando me decidí a hacerme con una de sus máquinas y descubrir muchas de sus franquicias. Y no es que haya tenido oportunidades antes, sino que simplemente nunca he tenido necesidad de adquirir una al haber empezado con Sega con Megadrive y Dreamcast, pasando por Sony, con todas sus consolas menos la PSVita y PSPGo, y terminando con Microsoft, con sus dos últimas consolas. La razón por la que di el paso fue precisamente por la desidia que me resultaban muchas producciones del mercado del triple A, ya desde hace unos años, y el querer probar cosas nuevas.


Para mi punto de vista tiene una cierta ventaja (o inconveniente según se mire) de ver sus juegos tal y como son, sin nostalgia ni cariño por sus sagas, por lo que he descubierto de todo en su catálogo, juegos encumbrados en el olimpo del videojuego y que en realidad no eran para tanto (para mí), y juegos que realmente me parecieron magistrales e incomprendidos por el sector hardcore. Eso sí, como amante de videojuegos sí he seguido su trayectoria desde los tiempos de la Supernintendo y sí me he percatado de todos los cambios que ha sufrido la empresa del fontanero a lo largo de estas dos últimas décadas.

Cambio a móviles


Esta reflexión viene, como no, dada por las recientes noticias sobre el cambio de política con respecto a sacar juegos para móvil. Todo un giro teatral como diría mi querido Manolo García, teniendo en cuenta que hace pocos meses negaban por activa y por pasiva asta posibilidad. Aunque para qué nos vamos a engañar, en Nintendo los accionistas mandan y no es la primera vez que hacen lo contrario de lo que dicen. Todavía me acuerdo de cuando dijeron que no querían sacar más modelos de 3ds para no confundir al consumidor... y ya ven.

Las reacciones no se hicieron esperar, ¿les suena? claro que sí, Nintendoomed. Una de las razones por la que dejé algo de lado el comentar a diario en blogs y foros es que la gente me resultaba demasiado previsible, y por ende aburrida. El perfil de jugador de consola, nos guste o no, es el más rancio e inflexible que hay en el mundillo, anclados en los tiempos de las revistas impresas, con sus notas de 95, sus mascotas y sus colecciones de formato físico acumuladas durante años en la estantería, etc etc.


Y ojo, no hay nada malo en ello, yo también soy de la vieja escuela y también temo a los cambios, sobretodo cuando van a peor, cuando este mundillo se basa en lo comercial, cuando centran la innovación en nuevas formas de sacarnos la sangre envidia de nosferatu y amigos.
 
¿Qué supone realmente que nintendo haga juegos para móviles?
 
Remontémonos a la generación pasada para verlo con mejor perspectiva. Nintendo se quiso desmarcar del resto de compañías con Wii y con DS, se bajaron de la carrera tecnológica de sus rivales, y no porque no lo intentaran con n64 y con gamecube, más potentes que sus rivales. Simplemente no llegaron a obtener los resultados que ellos querían frente a una competencia que pegaba demasiado fuerte, por lo que apuntaron a un diferente mercado, a ese famoso oceano azul sin explorar. 


Y así nacieron Wii y DS, apuestas arriesgadas, que bajo el punto de vista de un jugador tradicional podían parecer aberraciones. Pues hasta ahora siempre habían seguido la evolución de los gráficos hacia el ansiado fotorrealismo, sin embargo, fueron un rotundo éxito. Por una sencilla razón: estas nuevas consolas no estaban orientadas para ellos. Y eso no quiere decir que no salieran excelentes juegos para jugadores tradicionales en dichas plataformas, que los hubo y muchos, sino que simplemente, el gran empujón en ventas venía de otro público, y aunque no me gusten las etiquetas, ya todo el mundo los referencia como casuales, que si Brain Training y Nintendogs, en una época en que los Smartphones estaban gateando todavía, y una sobremesa cuyo control intuitivo hacía que jugara hasta la abuela a los bolos. Un tremendo éxito que no dudaron en copiar otras compañías, con ese boom de los sensores de movimiento, que llegaron algo tarde y que no consiguieron detener ese tsunami.

Pero hay un problema con los fenómenos sociales, o modas, y radica en su público. Al no haber sido jugadores tradicionales, ni consumidores constantes de este tipo de productos, pues pasa como pasó con el boom del Tamagotchi o de las Spice Girls, que se termina la moda y se deja de lado. Ya en los últimos años de Wii se vió cómo los números caían bastante, dejó de ser ese producto que se agotaba en navidad. Y eso que en esa época estaba en su mejor momento, pero solo para los usuarios tradicionales, con la llegada de sus mejores juegos, como Pandora's Tower o The Last Story.

La nueva generación

Llegó entonces el relevo generacional y Nintendo quiso dar otro golpe de efecto. Así llego 3DS, una máquina llegada en un momento en donde todavía rechinaba la película avatar en las retinas de la gente y que proponía, sobre el papel, un 3d sin gafas, una tecnología tan llamativa que se hizo eco en páginas que incluso poco tenían que ver con videoconsolas. Característica que parecía tener tanto gancho que podría vender la consola por sí sola, pero que le dio a Nintendo su primera dosis de humildad, teniendo un inicio bastante discreto. 


Supieron arreglarlo con una bajada de precio a pocos meses, demostrando que el hardware que intentaban colarnos no costaba para nada esos 250 euros. Relanzaron también la consola con una avalancha de juegos brutal, pero enfocados a los jugadores tradicionales, los tiempos del Brain Training y del Nintendogs pasaron a la historia. Pokémon, Inazuma Eleven, Animal Crossing y cómo no, los juegos de nuestro  bigotudo amigo eran los que tiraban del carro de la consola. El resultado, la consola más vendida de la generación, pero que no hacía sombra a su predecesora.

Notable diferencia entre las ventas de DS y 3DS...
Aún ahora que la última ya alcanza sus últimos momentos.

Más tarde, llegó el turno de dar relevo a Wii, con la WiiU, en una situación mucho más complicada. Aún vendiéndola muy bien con ese Iwata y esos fantásticos primeros Nintendo Directs como una consola pensada para unir a los jugadores tradicionales con los casuales, y con esos apoyos de third parties como Ubilol Ubisoft que se partían la espalda dandose palmadas entre ellos, la verdad es que no tuvo un resultado tan satisfactorio.


Y es que WiiU, aún teniendo un catálogo que reúne muchos de los mejores juegos de ésta generación, no acertó como concepto. El publico hardcore siguió con sus respectivas marcas y el gancho del público casual que era esa pantalla táctil emulando a una tablet fracasó estrepitosamente. Ni supo convencer a esos usuarios que ya tenían tales dispositivos en casa, ni supieron vendérselos como es debido con ese famoso tema del nombre confuso de WiiU que le hacía parecer un accesorio más que una nueva consola.

El caso es que los números cantan
, y WiiU está perdiendo la generación. Muchos dicen que casi está a la par de la segunda en discordia, pero parecen olvidar que salió un año antes. Hay además una huída general de las third party en esa consola debido las bajas ventas, no pudiendo, una vez más y como ya pasaba en Wii, competir con los títulos estrella de Nintendo.

El resultado: accionistas cabreados y Mr. Iwata más tenso por su futuro que un personaje de Juego de Tronos. 

Había que cambiar, y ese cambio llegó con el anuncio del acuerdo con Dena, para sacar títulos de Nintendo en tablets, smartphones y PC, y con la mención de una nueva consola, la NX, de la que no se dijo nada más que serviría para aplacar a los jugadores tradicionales y afianzar el compromiso con el mercado de las consolas.

¿Nintendoomed? Ya me hubiera gustado saber el subidón en bolsa para haber comprado acciones de Nintendo, porque han subido como la espuma, más que nada porque los "analistos" de los medios bien que nos llevan dando el coñazo con esa cantinela, me imagino a patcher diciendo yees..yeeeees. 

Evolución de Nintendo en 2015. Fuente: Bloomberg.

Pero, ¿supone esto un tiro en el pie para las consolas, sobretodo las portátiles de la marca?

Recordemos que las empresas rivales llevan en el mercado de los móviles bastante tiempo, aunque no es que haya sido muy relevante para la industria, y la mayoría del publico que usa los móviles para jugar prefieren juegos sencillos. Son asuntos distintos. Es más, incluso en el mercado japonés cuyas plataformas de juegos móviles están muy por encima de las de occidente, no parece frenar demasiado el mercado de las consolas portátiles, donde PSVita, por poner un ejemplo, vende muchísimo más que por aquí. Habría que ver qué juegos van a llegar a smartphone, si simples juegos de puzzles o similares u otros más complejos. De lo que sí estoy seguro es de que no van a sacar juegos de 45 euros en un móvil, por lo que seguramente tengan una factura técnica mucho menor.

De todo este asunto, lo que me parece más enigmático es precisamente, esa consola, NX, de la que ya se lleva hablando más de un año, cuando anunciaron una plataforma única. Se pueden intuir varias cosas: el X en su nombre clave suena a convergencia, tal vez una consola con hardware de dispositivo móvil, como ya pasa con las Nvidia Shield o algo parecido. 

Está claro que tal y como está Nintendo no le esperaría nada más que pérdidas, con demasiadas plataformas diferentes repartiendose el trabajo y pocos estudios da como resultado el lanzamiento de escasos productos. Una plataforma única supondría sacar un mismo juego para varios dispositivos aumentando su rentabilidad, una política bien aprendida por otras compañías.


En conclusión...

Yo no tengo una visión tan optimista como algunos. Tengan en cuenta, viendo las ventas de las sobremesas de Nintendo, que tienen una base de jugadores tradicionales bastante fiel, pero si quiere seguir obteniendo beneficios y mantener su tamaño necesita beber de otras fuentes. Será el consumidor quien elija seguir jugando en consolas de Nintendo o en tablets. Yo por lo menos tengo muy claro donde me gusta jugar sus juegos.